Potenciamos el eje transversal peatonal desde el mar de las Canteras hasta el mar del puerto, zona desconocida hasta ahora para los ciudadanos. Comunicamos ambos lados del istmo, sin perder su carácter diferente, para que cada uno siga siendo reconocible, y apreciado en su peculiar condición, puesto que ambos han sido fundamentales en la historia de esta ciudad.
La pasarela, es un elemento más de este eje, y forma parte de un paisaje, que abarca la totalidad del ámbito, y que promueve la generación de “lugares” de disfrute ciudadano.
Su diseño se inspira en el entorno portuario, el mar y los barcos; barcos de madera, como aquellos que realizaban los maestros carpinteros de Ribera muy cerca de aquí, con su quilla como espina dorsal, a la que se unían las cuadernas, y constituían una imagen característica de aquellos años, muy vinculada al puerto.
Todo el eje transversal, desde un mar hasta el otro, quedaría iluminado con pilonas de madera, con LEDs cambiantes en su color, que marcarían dicho trayecto de un extremo a otro.
Por otro lado, resolvemos el problema acústico y visual que ocasiona la autovía, introduciendo las “atalayas verdes”, que amortiguan el impacto negativo de la citada vía. Proponemos, fuera del ámbito del concurso, la elevación del terreno en los bordes de la autovía con este fin, generando así un paisaje verde a lo largo de la autovía, que la aísle del entorno urbano inmediato.
A lo largo del eje transversal, se producen multitud de experiencias encadenadas y diferentes, en función de lugar en donde nos encontramos.
Entre las Canteras y el mercado, proponemos la instalación de pilonas de madera, marcando dicho eje, haciéndolo visible. Es el hilo conductor, iluminado por la noche con luminarias LED en colores cambiantes, y que al ser de madera, a medida que se acercan a la pasarela, aumentan el tamaño para fundirse con ella, unificando el trayecto.
Nuestra propuesta contempla únicamente lo que afecta al ámbito de actuación del concurso, pero dejamos constancia del objetivo unificador, que se persigue.
Una vez pasado el mercado, proponemos la realización de un parque de experiencias gastronómicas, en donde poder disfrutar en distintas terrazas de la oferta ya existente, y de nuevas a potenciar. Una elevación del terreno en este parque junto al borde de la autovía, posibilita por un lado, resguardar del impacto acústico y visual a los usuarios, y al mismo tiempo, acceder gradual y naturalmente por un camino del parque, a la “atalaya” situada en el comienzo de la pasarela. Desde esta atalaya-mirador, podremos ver el mar de las Canteras y el entorno del mercado, antes de adentrarnos en la pasarela en sí.
Ésta forma un ángulo abierto, con un vértice a modo de punto de inflexión, como punto central, y en donde confluyen los dos “mundos” del istmo. En este punto culminante, se sitúa el “mirador del istmo”, desde donde vemos el mar del puerto y el mar de las Canteras, y tomamos conciencia del estrechamiento de tierra que forma el istmo, como hito geográfico histórico, tan característico de esta ciudad e isla. También podemos ver perpendicularmente, el eje longitudinal, con la ciudad y los edificios situados en sus bordes.
Continuando hacia el lado naciente de la pasarela, llegamos al mirador del muelle, pudiendo disfrutar del amanecer, con las grúas a contraluz, la vida portuaria con el movimiento de barcos, de vehículos, de contenedores, la llegada o salida de cruceros… Desde aquí, descendemos hasta la cota de calle por un camino con pendiente muy suave que va cosiendo diversos miradores, en medio de un campo verde, y siempre contemplando el puerto de fondo. Una vez abajo, continuamos la línea que nos marcan las pilonas, hacia el nuevo acuario al borde del agua portuaria.
La estructura de la pasarela, está compuesta por pórticos de madera laminada tratada (clase de riesgo 3, con tipo de protección media, según el DB SE-M), unidos por vigas longitudinales bajo el tablero de la pasarela y en la “cumbrera”, simulando la quilla. Funciona como una viga cajón, cerrada completamente, en su sección transversal.
Una segunda piel, es la que se sitúa entre lo pórticos, que al mismo tiempo hace las funciones de barandilla, y al ser metálica, constituye un contraste visual con respecto a la madera.
El proyecto se materializa como un recorrido de experiencias, que van variando de la noche al día en función de lo que sucede a su alrededor y por la propia iluminación. Se construye utilizando como materia prima la memoria e historia del puerto y el mar, que generan una identidad e identificación del ciudadano con la zona, en la que antaño los carpinteros de Ribera fabricaban esas estructuras flotantes, que se convertían en el sustento diario de pescadores y marineros.
Presupuesto:
Presupuesto de ejecución material: 926.075 €
Este presupuesto no solo abarca la pasarela, sino la totalidad del ámbito de actuación del concurso.