Miradores y bicicletas

Situado en un espacio clave dentro del desarrollo urbano del litoral, en el punto de máximo estrechamiento de la península, la propuesta da respuesta a la nueva relación urbana que se origina en el momento en que se pretende dignificar la zona portuaria y permitir la conexión de la misma con el resto del tejido urbano a través de una conexión peatonal elevada.

Se pretende generar una relación transversal desde el Paseo las Canteras, en la zona de la playa, con el Muelle del Sanapú, situado dentro del puerto de mercancías.

No se trata simplemente de conectar una zona con otra esquivando el tráfico, sino que se pretende generar un punto focal que reorganice la relación entre ambas riberas y de respuesta a cada una de las orillas, teniendo en cuenta la relación que se desarrollará entre ellas y los peatones.

Se propone un paso elevado para peatones y bicicletas indistintamente, que funcione como espacio de relación, a la par que sirva para presentar la ciudad al paseante mediante la comprensión del entorno a través de espacios de observación.

A un lado la propuesta se posa, generando un espacio ajardinado que complementa los jardines existentes y conecta visualmente con el paseo marítimo. Al otro lado la propuesta se eleva sobre el puerto, dotando al usuario de unas magníficas vistas panorámicas sobre el conjunto.

La pieza, ligera y esbelta, se eleva sobre el viario para alcanzar ambas orillas, rompiendo su imagen continua mediante espacios de miradores acristalados que dialogan con la materialidad opaca del conjunto.

La propuesta basa su identidad en la imagen de los antiguos cargaderos de mineral, de manera que se realiza una plataforma que se erige como un símbolo, introduciéndose sobre la explanada del muelle del Sanapú, sobre el que originará un hito urbano que permite el uso de mirador a la par que permite la actividad diaria del puerto debido a su altura.

La pasarela se configura mediante el posicionamiento de una serie de elementos que, a medida que realizan giros, originan los espacios mirador que focalizan las vistas; uno hacia el paseo, otro hacia la zona portuaria del Sanapú y el último hacia el mar.

Para evitar cruces molestos entre usuarios se realizan dos zonas interiores de paso, separando el tráfico de bicicletas del tráfico peatonal mediante la interposición de zonas de estancia y relación, realizados mediante mobiliario fijo, que van acompañando a los usuarios a lo largo del recorrido.

Se establecen dos zonas principales de actuación; una de ellas en el acceso desde los jardines de Pérez Muñoz, donde se realizará una ampliación de la zona verde mediante la interposición de elementos de mobiliario urbano y muros de contención que, apoyándose en la geometría existente, complementan el espacio, dotándolo de una identidad propia y permiten un acceso hacia la pasarela de un modo más suave. Se realiza de esta manera una protección del espacio respecto del tráfico que discurre por la Avenida Juan Rodríguez Dorestes.

En la otra orilla, la pieza se eleva sobre el Sanapú, originando un mirador mientras que se desdobla descendiendo mediante una rampa metálica hacia una zona delimitada por un el pavimento, que permite una conexión directa con las aceras y tránsitos peatonales existentes y sirve, a la par, de espacio de estancia.

Se apuesta por el protagonismo de tres materiales; piedra, acero corten y madera.

La piedra, originaria de la propia isla, se usará en las urbanizaciones de los accesos, respondiendo a los lugares donde se posa.

El acero corten forra el exterior de la pasarela, estableciendo una relación con el carácter industrial del puerto, aludiendo a las imágenes de los cargaderos de mineral o de barcos oxidados.

La madera establece los espacios de paso y descanso interiores, diferenciando por acabado y especie las zonas de peatones y bicicletas.

La estructura principal consta de soportes de hormigón sobre cimentación mediante pilotaje y dos vigas de canto que conforman la barandilla de la pasarela. Estas vigas descansan a su vez sobre otras que transmiten las cargas a los soportes anteriormente mencionados. La tabla se resuelve mediante vigas menores, con el conveniente arriostramiento. Sobre éstas se dispone un forjado colaborante.

La iluminación se resuelve integrando luminarias en el pasamanos para evitar el deslumbramiento y la contaminación lumínica, asegurando la uniformidad en el reparto y la visualización en condiciones de escasa luz. Las lámparas serán LED, de bajo consumo, reforzando la vocación bioclimática de la propuesta. En este sentido el drenaje de aguas pluviales, oculto, conduce las aguas a un depósito para su tratamiento y posterior uso en regadío. El diseño de una barandilla contribuye a la reducción del ruido, amplificada mediante la colocación de una membrana flexible en el borde del peto con la intención de afectar la onda sonora proveniente de la circulación.

Presupuesto:

Presupuesto de ejecución material: 1.387.568,21 €

Capítulo
Importe €
1
Trabajos previos
32.746,61
2
Cimentación
253.092,44
3
Estructuras
684.764,91
4
Albañilería
19.564,71
5
Firmes y pavimentos
86.029,23
6
Cerrajería y chapados (corten)
135.426,66
7
Red de drenaje
21.507,31
8
Red de alumbrado y electricidad
47.593,59
9
Jardinería
8.464,17
10
Mobiliario urbano
17.344,60
11
Varios
29.138,93
12
Control calidad
16.789,58
13
Gestión residuos
6.799,08
14
Seguridad y salud
28.306,39


Gastos Generales: 13% 180.383,87 €
Beneficio Industrial: 6% 83.254,09 €
Suma: 263.637,96 €

Total P.E.C.: 1.651.206,17 €
I.V.A.: 21% 346.753,30 €
Total Presupuesto Obra: 1.997.959,47 €