El puente

Un puente (lo mismo que una pasarela) simboliza siempre, antes que cualquier otra cosa, la voluntad de unir dos hechos distintos. En otras palabras, mundos ajenos hasta entonces y que por alguna razón, ahora necesitan entenderse.

De ahí que un puente (al igual que una pasarela) siempre ha sido, el mejor signo de la pujanza de un territorio, de una idea y hasta de todo un Pueblo. Cuando se produce el impulso de saltar, el primer significado que nos enseña, es la patente limitación que hay, para resolver sus necesidades dentro de los límites de su actual extensión. Necesita desbordarse y alcanzar otros confines, que le permitan atender al nuevo cuadro de futuro en presencia. Es al cabo, la señal inequívoca de la nueva aventura que siempre comporta la fuerza motriz del desarrollo.

Por eso un puente (también una pasarela), no puede desprenderse de su carácter icónico de SEÑAL. Siempre-para bien o para mal-tendrá que asumir su papel de pertenecer al grupo, donde se encuentran la primeras REPRESENTACIÓNES que le otorgan el orden al complejo urbano.

La propuesta

Cada cosa, es cada cosa. Y que además, se distingan. Primero (y a la vez, con El Todo) separando los papeles y funciones. Clarificando los cometidos de cada componente y respondiendo cada elemento de su particular responsabilidad. Es el procedimiento que nos traslada al reto final (aunque simultaneo), de poder encontrar la forma unitaria, de hacerlos compatibles entre sí. Aprovechar el empuje del cuadro de mutuas influencias entre las partes y esforzarse porque cada una valga tanto ante sí misma, como junto a las demás, nos permite disponer del motor que resuelve la operación.

Cuando no se conocía la combinación de los modernos materiales para atender a los esfuerzos de flexión, el arco-con solo tensiones de compresión-venía a resolver el vano a salvar en el obligado salto entre orillas. Hoy, la ligereza del acero es capaz de asumir, con la mejor eficacia de material, las tracciones entre apoyos, al tiempo que subraya su elegancia, a través de la descarnada sinceridad de su comportamiento estructural.

La viga en celosía de gran canto (empotrada-apoyada), garantiza la estabilidad del conjunto entre soportes. La entrega al terreno de esta pieza, proponemos hacerla para que descanse sobre la elevación, el pliegue y el tallado que se práctica en ambos márgenes, al plano del suelo.

Dada la naturaleza probable del terreno, suponemos que obligará a micro-pilotar al menos en un lado, para responder a la fundación del mismo.

La envolvente interior con la malla flotante de acero, refuerza la seguridad a los usuarios, resalta la nitidez de las barras de la estructura principal y ayuda a la continuidad y al monolitismo en la estática de la misma, además filtra la luz solar produciendo un confort termal en los instantes más cálidos. El control de accesos previsto, forma parte del mismo sistema independiente que construye la mencionada malla. Las barandillas y otras protecciones, siguiendo el criterio establecido de atender a su propia identificación, discurren en respuesta a su principal funcionalidad, ajena y sin atender a las otras geometrías próximas.

Así mismo, las luminarias que desprenden y proyectan luz artificial, remarcan la sinceridad gestual para dar respuesta a la necesidad sensata de mirar y ser observado, acentuando el tamizado que nos ofrece el elemento malla al percibir su figura en forma de negativo sobre los sólidos que encuentra a su paso. Todo esto para producir al crepúsculo una imagen elegante y simple, afinando los acordes lumínicos que se disponen en el entorno erigiendo nuestra presencia sin desentonar.

La resolución del plano horizontal, podrá atenderse mediante la contribución mixta de placas de hormigón pretensado, descansando sobre una red de tacones que la independizan, la separan y la entregan uniformemente a la jácena principal. El acabado se resuelve con el recubrimiento de madera tratada para trabajar en el exterior y también flotando para ayudar a su mejor comportamiento como material, a la vez de permitir la escorrentía por gravedad, en su exposición a las inclemencias del tiempo meteorológico y la evaporación y pulverización marina cercana.

A partir de la entrega a los apoyos previstos para recibir a la plataforma suspendida, gran parte de la circulación pasa a los elementos emergentes, elevados desde (no sobre) el plano del suelo. Esta nueva topografía, como es lógico, toma el testigo que le entregan y soluciona sus circulaciones ahora, sobre idéntico pavimento y acabados, que el resto del suelo donde se genera. Dos suelos y dos acabados diferentes, según se discurra por el vacío o se esté sobre tierra firme.

Nota: Puede ver el vídeo en calidad HD (720p) haciendo clic en las opciones de configuración.

Presupuesto:

Presupuesto de ejecución material: 1.399.426 €