Una pasarela no es un puente

Una pasarela no es un puente…
Un puente une dos puntos.

Nuestra pasarela une la ciudad de Las Palmas con el puerto: con el resto del mundo. Y el resto del mundo con Las Palmas.

Una pasarela no es un puente…
Un puente es un fin.

Nuestra pasarela es el medio. La unión de la ciudad con el puerto. La ciudad adquiere una nueva dimensión, un nuevo límite. Volvemos a tener acceso al mar a los dos lados de la ciudad.

Una pasarela no es un puente…
Un puente impone su geometría su materialidad, lee el entorno para encontrar la respuesta más eficaz.

Nuestra pasarela lee el entorno y se integra. Pasa a formar parte del nuevo paisaje como un nuevo elemento urbano más.

La estructura de la pasarela debe responder al lugar, integrarlo e integrarse. Para ello pensamos en una estructura metálica, ligera, que gane la inercia y rigidez necesaria mediante la triangulación de sus elementos.

Un gran arco superior encargado de transmitir los esfuerzos verticales al terreno y que mediante su geometría nos permite cubrir la luz de 55m. De este arco salen unos tirantes que sostienen la plataforma del puente. Una vez más, recurrimos a triangular la plataforma para darle mayor inercia. El tablero se apoya en dos cerchas inclinadas y unidas mediante un único cordón inferior al arco principal. A su vez, el tablero tiene una ligera contraflecha en su sección longitudinal.

El conjunto de rampas y escaleras que se despliegan en la dirección perpendicular a la pasarela nos da la estabilidad necesaria para responder a los esfuerzos horizontales.

La materialidad, otra vez, vuelve a responder a las necesidades del lugar. Materiales ligeros, que nos permitan, ver y ser vistos, que formen parten del paisaje, sin interrumpirlo. Que sean lo suficientemente ligeros, y que a su vez aporten el confort y seguridad necesarios.

Esa ligereza aportada por los materiales metálicos que revisten el puente también se verá reflejada en su iluminación. Planteamos una luz rasa, homogénea continua y blanca a lo largo del plano horizontal que recorre el peatón, mientras que desde la visión desde el suelo se marcará como un haz de luz que cruza la Avenida Marítima.

La luz blanca será la tonalidad habitual, a través del sistema de LED’s de bajo consumo. Una iluminación funcional que permite respetar los niveles requeridos por el viario inferior. Así mismo, este sistema permite introducir de manera sencilla otras tonalides tales como azul, amarillo, verde, magenta… que consigan ir cambiando la estética nocturna de la pasarela… porque una pasarela no es un puente.

Presupuesto:

Presupuesto de ejecución material: 1.385.000 €

Capítulo
Importe €
1
Cimentación
166.200,00
2
Estructura
844.850,00
3
Acabados
193.900,00
4
Instalaciones
83.100,00
5
Urbanización
96.950,00