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Nuestra historia, nuestro pasado y presente, los primeros pobladores, Juan Rejón y los buques que hoy en nuestro puerto atracan, no existirían si no existiese nuestro mar. Sin él, no se entiende nuestra ciudad, nuestra cultura, diversidad y nuestra simpatía, y es ahí, en su brisa, transparencia y movimiento, donde nos centramos para presentar nuestra propuesta. El puerto ha sido siempre zona clave de los acontecimientos acaecidos en nuestra isla y en nuestra ciudad. Primero sobre sus arenas llegaba Juan Rejón, hace más de 500 años a conquistar la isla, y desde ahí, por su situación inmejorable en las rutas con América y África, se fue convirtiendo en referente y caladero de todo tipo de embarcaciones. Desde las primeras pasarelas de troncos y tablones de madera, hasta los actuales imponentes diques, el Puerto de La Luz y de Las Palmas, continúa siendo bastión de la actividad de la ciudad.

En la actualidad, igual que ya ocurrió en periodos pasados, se está viviendo una revolución económica en la zona. Con varios años consecutivos batiendo records de cruceristas visitantes, un aumento de buques y plataformas que calan en busca de servicios de astilleros y el próximo futuro Acuario, el puerto está volviendo a cobrar el protagonismo de motor económico que le corresponde. Pero al final, las personas son las que están detrás de todo, de los buques, de los cruceros, de los astilleros y acuarios, de naves, avenidas y bicicletas. Y es que, igual que no se entiende la ciudad sin su puerto, no se entiende el puerto sin su gente. Los cubos y las cañas de pescar, la cholas y toallas, los niños con sus padres en bicicleta, un pincho en el mercado del puerto y los marineros que llegan a nuestra costa en busca de familia, cariño y tierra.

Como una gran nasa, vieja y rota que ha sido recuperada del mar, se plantea la pasarela que conecta puerto y ciudad. Una nasa rota en sus extremos, por la que entrar desde la quietud del mar para ser escapar en el pleno corazón de la ciudad. Suelos transparentes como el atlántico, viendo la vida bajo sus pies pasar y armazón roto y abierto con el sol, la brisa y salitre como protagonista. Y acero, como no podía ser de otra manera, tal como lo son, los cascos de los barcos que llenan a diario la vida de la bahía. La pasarela se plantea como un gran armazón metálico, desordenado, irregular, orgánico como alegoría de una nasa o red de pesca, en homenaje al origen de la actividad portuaria de nuestra ciudad. Como si se tratara de peces dentro de la nasa, los viandantes a pie o en bicicleta, son contemplados desde fuera, y ellos desde el interior no pierden contacto con la actividad de diaria. Una entrada con una salida, un sólo espacio de ida y vuelta, sin cruces ni bifurcaciones, un sólo camino sin lugar donde perderse.

La pasarela está realizada por una gran estructura metálica, actuando como una viga de gran canto, para salvar la luz entre sus apoyos. Los retales metálicos que conforman la red, provienen de los cascos de los barcos que en nuestro puerto se desguazan. Así una vida tras otra, el acero que durante décadas vivió en el mar, ahora homenajea al que fue su anfitrión desde la pasarela. La pasarela está compuesto por un único espacio interior, con espacio para viandantes, personas de movilidad reducida y bicicletas. Cuenta con rampas y escaleras de acceso en ambos extremos. Se compone de un piso transparente antideslizante, que deja ver no sólo la estructura que la soporta, sino también, la actividad bajo él. Cuenta con un sistema interior de iluminación indirecta tipo LED, comandado por ordenador con conexión a Internet, que permite que desde cualquier lugar se pueda programar la apariencia lumínica que se quiera dar en cada momento. La pasarela, al igual que una nasa, invita a entrar, pero en este caso, también invita a salir, simple, sin tropiezos ni recovecos. Simplemente una obra que conecta mar y tierra, homenajeando al puerto.

Nota: Puede ver el vídeo en calidad HD (1080p ó 720p) haciendo clic en las opciones de configuración.

Presupuesto:

Presupuesto de ejecución material: 1.372.000 €

Capítulo
Importe €
1
Acondicionamiento del terreno
45.000,00
2
Cimentaciones
140.000,00
3
Estructura
710.000,00
4
Albañilería
90.000,00
5
Revestimientos
110.000,00
6
Instalaciones
178.000,00
7
Urbanización, jardinería
45.000,00
8
Gestión de residuos
12.000,00
9
Control de calidad y ensayos
13.000,00
10
Seguridad y salud
29.000,00