El istmo de Gran Canaria. Un camino rodeado de dunas y océano Atlántico. Solo arena y agua alrededor.
Tan solo un siglo después, un río incesante de vehículos ,impenetrable, que inunda todo lo que lo rodea de ruido, vibraciones y humo. Una imposibilidad de cruzar al otro lado que hace poco tiempo fue tan solo unos pasos sobre la cálida arena.
La solución:
Generar una unión entre ambos lados intentando devolver a cada uno de ellos la tranquilidad y la espacialidad que tuvieron.
La propuesta:
Una contundente pasarela de hormigón que lucha con la velocidad y la ferocidad del tráfico rodado.
También una cálida lámina de madera que se pliega para dar cabida a los viandantes. Tapa las vistas no deseadas y focaliza los espacios generados a su alrededor en lo que de verdad importa: La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria a un lado y el puerto de La Luz a otro.
Esta gran demostración de importancia estructural solo se podría lograr gracias a la estructura postesada de dovelas de voladizo sucesivo. Ejecutándose en primera instancia los apoyos y voladizos se colocarían después las piezas de hormigón prefabricado. Por último mediante unas armaduras activas postesas se haría que todo el sistema entrara en carga y equilibrio y con ello se culminaría la estructura de la pasarela.
La buena comunicación con la cementera de Arguineguín hace que este material y el sistea de prefabricados sean óptimos para la solución de transportes y por lo tanto la constructiva.
La ascensión al puente no pretende ser un aburrido camino o el desasosiego de cruzar. Pretende ser el disfrute de estar elevándose, subiendo de cota entre los edificios, disfrutando de las vistas de la Playa de las Canteras, del puerto, de lsa velas latinas que dominan el viento. Pretende ser la vista infinita del horizonte al cruzar, sin embriagarse del agetreado mundo de los conductores, los cláxones y las preocupaciones del día a día.
Unos vástagos inclinados surgen desde el suelo, independientes de la estructura de la pasarela y de unos cables tendidos entre ellos cuelgan las grandes luminarias.
Son elementos que llevan la imagen del puerto a toda la ciudad para recordar que al otro lado estuvo en un momento el puerto mercantil que ahora será destinado a usos lúdicos y deportivos.
Para apoyar y reafirmar la idea del pliegue se dispondrían en su arista luminarias rasantes que iluminando el plano inferior ayudarían a los transeuntes en sus paseos nocturnos hacia el mar.
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Presupuesto:
Presupuesto de ejecución material: 1.386.000 €