La sucesiva consolidación y colmatación física del Istmo de Las Palmas de Gran Canaria, pone este área en una tesitura bien distinta de aquella idílica imagen, que nos permitía distinguir y reconocer la Gran Isla de la pequeña (La Isleta). Ahora, en sentido transversal, percibimos dos mares: de un lado, el ámbito portuario, y del otro la playa de Las Canteras. Además, las trazas de las vías, segregan claramente la conexión y disfrute peatonal de este estrecha franja, que ahora reclama su vital nexo en la urbe y amplia extensión portuaria.
La configuración longilínea de Las Palmas de G.C. plantea la necesidad de disponer ejes transversales como una secuencia que va pautando distintas secciones con reconocible carácter, entidad y fisonomía urbanas. Por ello, cruzar o atravesar el Istmo, es poner en valor, las mejores conexiones peatonales que incitan y dan pie a propuestas como la Pasarela que se pretende, ”suturando” ambos márgenes opuestos.
Esta propuesta se nutre y argumenta en las consideraciones que pasan por reconocer el lugar, como confluencia de vectores que intervienen en la operación urbana:
- La Franja del Sistema Viario actual, infranqueable de manera peatonal.
- Los dos Polos que deben entrar en contacto por medio de la Pasarela: el Área Portuaria, y en el otro margen el espacio libre próximo al Mercado del Puerto.
- La directriz de la C/Tenerife, eje principal y enlace futuro de la Pasarela, con la plazoleta Saulo Torón y la cercana Playa de Las Canteras.
- El Sistema de Túneles y Vías cuya serventía de paso debe respetarse sin interferencias con el trazado y elementos de la Pasarela.
- El Mercado y su renovado carácter como espacio versátil de ocio y distracción, y el carisma que la Pasarela debe ofrecer.
La Pasarela toma su forma mas reconocible como un lazo amplio que se desdobla en dos brazos. Surge desde la idea básica que procura “saltar” los dos sectores con el trazado más breve, pero sin dejar de lado, su impronta y reclamo que permite estar en la propia Pasarela, detenerse, sentarse y descubrir la oferta de los cubículos (souvenirs, prensa, …), a la vez que se contemplan los paisajes urbanos mas característicos de Las Palmas.
Esta propuesta se gesta acudiendo a las geometrías que se detectan allí, así como otras que participan en el trazado global. La vegetación en su conjunto, la de orden más vertical (palmeras), como las masas arbustivas y florales se respetan integrándose en la propuesta.
Por ello, la Pasarela quiere distinguirse como forma nítida, volumen reconocible, sin mas pretensiones que las inherentes en su disposición, sencillez y la conjunción de pocos materiales. Por tanto, como reclamo propio e icono que si es inconfundible, pertenecerá al nuevo panorama capitalino. El recuerdo del Ponte Vecchio o el Madison Bridge en su versión fílmica, son referencias evocadoras de las intenciones del trabajo.
El perfil sinuoso en planta también reproduce la adaptación gradual de los niveles que desde los tramos horizontales, nivelados, van bajando para culminar por medio de rampas en su contacto con las áreas citadas. Se disponen escaleras en los enfoques hacia la C/Tenerife y en el extremo opuesto de la explanada portuaria. Se habilita un ascensor puntual como previsión para personas con movilidad reducida agilizando el tránsito cuando sea necesario.
El circuito carril para bicis, también se integra en esta propuesta, siendo factible cerrar el anillo urbano con el paso por la Pasarela. El control de seguridad de forma temporal o cuando sea pertinente, se resuelve incorporando cerramientos en los dos accesos opuestos.
La Pasarela, con dimensiones proporcionadas (3,60 x 3,60 m.), cuya geometría reproduce en sección un juego de cuadrados con unos tableros de hormigón prefabricado alveolares, de gran canto, que se disponen sobre soportes en “V”, resueltos en hormigón visto de sección variable apoyados sobre franja de neopreno, que se colocan en los estrictos puntos de apoyo, como son los muros pantalla existentes y estructuras subterráneas. Los tramos que van cubriendo parte de la Pasarela, son en losas de hormigón visto prefabricadas sobre pórticos metálicos en perfilería de acero galvanizado.
Para completar el conjunto, la serie de pórticos metálicos van pautando la colocación de los cubículos modulares, adaptándose a los usos de pequeño comercio, expositivos, feriales y otras actividades que demandan un espacio continuo. Se limitan la actividades no adecuadas ya existentes en el entorno del Mercado del Puerto. Éstos se resuelven en dobles láminas poliméricas tipo Etfe, de gran durabilidad, y fácil mantenimiento. La Pasarela, con un sistema de iluminación propia (Leds) con alternancia cromática, sugiere una “luciérnaga” atractiva de noche, cuya intensidad lumínica atenuada evita los deslumbramientos sobre las vías y el tráfico pasante. Los pavimentos, varían desde los de intemperie en base a hormigones lavados semirugosos. En otros sectores, cubículos-boxes, se proponen láminas continuas en PVC, antideslizante y fácil limpieza o mantenimiento.
Presupuesto:
Presupuesto de ejecución material: 1.400.000 €